Me cuesta decidir cuales son las perores películas españolas del 2016. En cualquier caso, si que comentaré aquellas que me han decepcionado de todas las que he visto porque en cualquier caso me parece un gran mérito el poder sacar adelante una película y que pueda ser estrenada en cines, algo que creo que debe de cambiar pues los hábitos de consumo se están modificando y con ellas las ventanas para acceder a ver una película. La televisión ya está diversificando los gustos y las audiencias con canales temáticos y de alguna forma también debería de suceder con las películas. El problema es que muchas películas españolas no cuentan con los recursos económicos necesarios para la promoción y distribución, es decir entre un 10 y un 15% del coste total de la película se debería dedicar a estos menesteres algo imposible si la película no cuenta con el apoyo de las televisiones privadas nacionales que en poco tiempo se están haciendo con el mercado cinematográfico español. Eso no sería malo si no fuera porque un importante porcentaje de las películas que se producen con su apoyo son contenidos de puro entretenimiento para un público generalista y que busca solo que se llenen las salas de cine donde se hace uso de los actores de moda que aparecen en las series y utilizan estereotipos como formula para atraer al público. En poco tiempo está tendencia que es denunciada ya por el sector se está convirtiendo en la norma algo que puede ser muy perjudicial para nuestro cine, pues cuando se depende de una televisión se reduce la libertad creativa lo que sin duda resta a la creación de una obra audiovisual y sobre todo muchos directores y obras quedan desmparados porque es imposible competir con los presupuestos que se barajan cuando una televisión forma parte del proyecto. Esperemos que no lleguemos a situación actual de las películas americanas que se han convertido en meras obras donde lo que prima es la calidad técnica con efectos especiales y elementos de acción increíbles pero prácticamente vacías de contenido, sin a penas trama y diálogos.
Amor tóxico de Norberto Ramos del Val. He de decir para ser franca que no pude terminar de ver la película, si bien el título y la premisa del trailer me pareció atractiva, una vez que comencé a verla, se me hizo muy cuesta arriba y aburrida, supongo que porque toda la película se lleva a cabo por cuestiones económicas en un mismo espacio y se trata de una larga conversación entre dos personas y aunque no solo era un plano contraplano y había un poco de movimiento no logro atraer mi interés para continuar viéndola. Quizás también otro elemento negativo fue la elección de los personajes si bien la actriz protagonista me pareció que estaba realizando un buen trabajo, el actor escogido no me trasmitía nada con una cara demasiado plana.
Un cartel divertido, y logrado para una película que se me hizo cuesta arriba.
Mi panadería de Brooklyn de Gustavo Ron. No es que sea una mala película es que el doblaje era insufrible y horrible, sobre todo cuando las voces de los actores protagonistas no son ellos mismos. Me da mucha rabia cuando se toman estas decisiones que afectan 100% a la película de tal forma de que si algo es bueno o medianamente bueno pasa a ser una mierda gigante. Debemos de proteger la integridad de las películas tal y como se realizaron y mantener su versión original. Creo que es una asignatura pendiente para España con el lío que llevó la obligación de que todas las películas fueran dobladas. El acostumbrase a ver películas en versión original es una forma importante de conocer idiomas, y en el caso de usar lenguas co-oficiales como el catlán, vasco o gallego una razón de peso para dignificar la riqueza de nuestro país. Esto suele llevar a un debate importante, ya que el doblaje es una industria importante, pero desde luego yo lo reservaría solo para los dibujos de animación.
En positivo un bello cartel que da más protagonismo a los actores españoles cuando su trabajo es bastante secundario.
El pregón por Dani de la Orden. No me gusta el intrusismo profesional, me explico. Está película quizás podría haber estado bien si sus protagonistas no hubieran sido Andreu Buenafuente y Berto Romero. Su profesión es la de cómicos y si bien el primero dispone de su propia productora El Terrat no me parece adecuado que toda la trama gire en torno a ellos. Cuando famosillos aparecen en las películas a modo de pequeño cameo puede ser divertido e incluso interesante o cuando son pequeños papeles, pero en este caso, se pierden consistencia y sobre todo en el caso de Buenafuente su personaje no era nada creíble. Es una pena pero no es la primera vez que se hacen películas con cómicos, José Mota hizo en 2011 La chispa de la vida y tampoco salió muy bien parado. En cualquier caso espero pronto una nueva película de Dani de la Orden pues es un director cuyas películas me parece muy interesante y que disfrute mucho.
No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas de María Ripoll. El año pasado coloque la anterior película, Ahora o nunca en el top de las que menos me habían gustado. En 2016 y con su nueva película me ha pasado lo mismo, aunque con la diferencia de que esta película es una adaptación de una novela, y al no leerla no puedo establecer comparaciones. En cualquier caso no me gusto la superficialidad de los personajes, que no evolucionan a lo largo del relato ni con los que logro jamas empatizar. Sus películas son las que ya he comentado de claramente comerciales que tras acabar no dejan un poso en absoluto. A favor la labor de producción, arte y vestuario en un bonito envoltorio pero sin sabor. En positivo un mejor cartel que el de la película anterior.
La punta del iceberg de David Cánovas si bien es un thriller que parece interesante y atractivo que mantiene el suspense y los personajes están muy bien el final es tan horrible que todo lo logrado durante el relato se desvanece completamente y deja un mal sabor de boca, que ha hecho que incluyera la película en esta lista.
Cien años de perdón de Daniel Calpasoro le sucede exactamente lo mismo, un thriller con una trama consistente y bien montada con unos personajes muy bien escogidos que finaliza dejando de lado uno de los elementos importantes como es la trama política que aunque había sido parte importante durante la película al final se desvanece y queda como una mera anécdota que me defraudo muchísimo.
La Reina de España de Fernando Trueba. En primer lugar diré que me parece desproporcionado la actitud de muchos para con el director y su trabajo en base a unos comentarios sacados en mi opinión fuera de contexto y como siempre para hacer que el cine español sea considerado de menos. Desde luego enjuiciar de esa manera tan desproporcionada con una campaña inclusive me pareció demencial. Lo primero que he de decir es que La niña de mis ojos fue una película que cuando la vi me encantó, creo que es la única película en la que encuentro a Penélope Cruz fantástica y lo mismo ha sucedido en esta segunda parte. El hacer una película basada en la producción de otra película es una tema que me gusta, el importante trabajo de producción y arte y vestuario me parece muy logrado el problema creo que es el reparto. Si bien hace unos años esos mismos actores eran los referentes de nuestro cine, hoy no lo son y no tienen capacidad de atracción a las salas. El trabajo de Antonio Resines me pareció horrible, creo que no es capaz de dar profundidad y es solo una copia de su personaje de Los Serrano. El siguiente problema y más importante es el de guión o la inexistencia de uno coherente para que funcione como un todo si alguien no ha visto la primera película algo que no sucede y que hace poco atractiva la trama. Lo mejor, sin duda alguna el inicio y la adaptación del éxito de Macarena Granada. Fuera de la película un elemento horrible fue el cartel cartel pictórico escogido un desacierto que al poco se cambio por otro más sencillo y menos casposo que el primero que la verdad daba un poco de grima.
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