CORTOMETRAJES INDUSTRIALES & AMATEUR

¿Qué diferencia hay entre un cortometraje profesional y un cortometraje amateur?

A lo largo de los años he tenido muchas discusiones sobre este tema. Y son muchas personas que no saben ver las diferencias, otros se escudan en que si creativamente están bien, porque no teníamos que darle valor a esos cortometrajes. Por supuesto, no hay que restarles valor a esos cortometrajes, lo que pasa es que no cumplen los mismos fines y sobre todo no han costado lo mismo y por su puesto sus fines y objetivos no tiene nada que ver. Mientras lo profesionales buscan el bien de un equipo en su conjunto cuidando cada detalle con el fin de poder dar el salto al largometraje. Los cortos amateur la verdad es que no logro determinar muy bien, cual es su fin, a pesar de que puede que haya de por medio una buena historia Mi pregunta es, si es un trabajo complicado como es la realización de un producto audiovisual donde unos criterios técnicos mínimos y la participación de un equipo humano que de vida a los personajes con cierta credibilidad, cómo se realiza todo ese trabajo sin ningún fin, que luego no salga de un cajón?

El cortometraje es un producto audiovisual que poco a poco está logrando gran repercusión y prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras. Hay festivales extranjeros que piden estos productos para incluir en su programación. Es además un producto o el primer producto que sirve y/o ha servido de aprendizaje a directores, técnicos y actores. Su primer escaparate donde se muestra su forma de trabajar y que es en los inicios la  herramienta de aprendizaje para aprender y poder trabajar en el oficio.  El objetivo, es que después del aprendizaje y después de alcanzar la experiencia necesaria de el salto al largometraje, incluyéndose en la industria y por supuesto, se le pague por su trabajo. Por qué si se entiende que todo trabajador debe de cobrar por un trabajo y hay tantos problemas para entender desde la realización de un cortometraje se deben de seguir también estás pautas.

Pongamos un ejemplo. Los camareros son en muchas ocasiones personas que no les gusta este trabajo pero que recurren a él, porque no exigen a penas requisitos en principio, se trabaja con un contrato mínimo, aunque se hacen más horas y estás se pagan en B y un sin fin de irregularidades, pero es un dinero rápido porque creo que nadie se haya metido en semejante lío, gratis.

Entonces, por qué no se puede entender que si se hace un cortometraje son necesarias una serie de premisas que no se pueden saltar y que cuidan los derechos mínimos de todos sus miembros como cualquier trabajo. Porque hay que distinguir que es un trabajo para muchas personas, no un hobbie y que cómo tal se les debe de dar cobertura y reconocimiento.

Así, mientras los cortometrajes profesionales se crea un equipo de trabajo más o menos formado y especializado en cada área en base a un presupuesto que tiene las siguientes premisas para respectar  los criterios mínimos de trabajo con el fin de:

  • Crear un producto audiovisual con fines claramente comerciales en base a un presupuesto desarrollado en base a las necesidades del guión literario.
  •  Y todo ello enmarcado en la elaboración de un dossier donde se incluye el coste de la distribución por festivales nacionales e internacionales la posibilidad de su venta de derechos de emisión, y la participación en Premios tan importantes como los de la Academia…

Sin embargo en los amateur o no profesionales puede que se  cree un equipo de trabajo donde participan personas que pueden o no tener formación en este campo, por supuesto si mucha ilusión pero donde suceden cosas como:

  1. No hay un presupuesto definido,
  2. No existe un un control de gastos,
  3. El termino Gratis está a la orden del día y a veces se le otorga a los miembros alguna remuneración (en B),
  4. El rodaje no cuenta con una buena planificación según un plan de rodaje, así que suele durar más horas de las necesarias por la falta de organización sin respectar los mínimos de descanso, comida etc…
  5. Como  se desconoce el presupuesto total del proyecto, es decir no hay dinero, tampoco hay un objetivo de distribución sino que se envía a varios festivales cercanos, casi siempre todos ellos con premio económico.

Es cierto que de vez en cuando,  surge alguien cuyo trabajo destacada creativamente, obtiene premios y  genera un dinero que le permite realizar más proyectos para continuar. Son personas que les apasiona el cine, pero sólo quieren hacer realidad sus proyectos, no buscan crear un equipo de trabajo y luchar por profesionalizarse y trabajan sólo y exclusivamente de esto como hobbie. Para ellos no es una profesión y no la valoran como tal. Muchas veces me han dicho, yo ruedo tenga o no tenga dinero, lo que quiero es contar mi historia. No lo entiendo, como profesional jamás me lanzo a hacer algo si no hay dinero, y ahora además si no se respectan unos mínimos no sólo para mi sino para el conjunto de mis compañeros, porque durante esos días de trabajo, rodaje son familia, y desde luego a la familia, no se la putea y se le da lo peor o más barato, sino lo mejor para que se sienta bien y cómodo. Es está visión la que para mi prevalece por encima de las demás.

El problema creo que ha surgido a raíz de la aparición de un gran número de festivales por toda España, la mayoría no dirigidos por gente del sector que sólo quieren rellenar de contenido y se jactan por el gran número de cortometrajes que les han llegado. A mi entender, y desde el punto de vista profesional es una razón incomprensible, porque estoy segura de que no se visionan todos esos trabajos y debe de ser un quebradero de cabeza para la organización, a lo que se le unen unos criterios de selección que no veo del todo claros, son criterios con respecto a la creatividad, ese poso que se queda al ver un corto a lo que siguen los criterios artísticos y técnicos.  Al final, un número limitado y aceptable serán  los que pasen a proyección para el público así como optar a los premios ya sean económicos o no. Esto por supuesto que se me podrá criticar y cada festival funciona con un universo propio. De hecho, los fines de su creación son muy loables y fomentan la cultura audiovisual local y nacional en los puntos que se llevan a cabo, pero no distinguen cómo y para que se ha hecho. Y esta, es una de las razones por las que creo que deberían de hacerse modificaciones al respecto y que sea distinguibles los términos y los premios para cada uno de ellos. No tiene el mismo valor un corto profesional que amateur sólo en términos económicos.

El coste de un cortometraje es según su producción puede ser de entre 1.500€ (casi 250.000 ptas) a 80.000€ (13.310.880 ptas) si son de animación o con posproducción el presupuesto puede ser mayor. Muchos cuentan con subvenciones públicas o patrocinios privados una tendencia que comienza a desarrollarse (crowdfunding). Es la figura del producto que a veces se une a la del director que mueve cielo y tierra para sacar adelante el proyecto porque cree en él, y en ocasiones se endeuda para sacarlo adelante. Me he formado como productora por lo que siempre voy a defender los productos profesionales porque sino además me estaría tirando piedras sobre mi propio trabajo. Lo primero que se tiene que tener en cuenta es que las prisas no son buenas y que debe de trabajarse el guión literario y técnico para después sacar adelante el proyecto con un equipo competente, actores (mejor con una mínima formación reconocida) y con un presupuesto cerrado en base a todas las necesidades. Por supuesto, la figura del productor y el director deben seguir el camino de manera conjunta y ambos deben de seguir una pautas para el bien del producto final.

Lo primero que se a de saber para producir un cortometraje es que debe llevarse a cabo por una productora o autónomo y después realizar un dossier que incluya todos los elementos destacados del proyecto en los que se incluyen pautas de dirección y también de producción como son:

  • Presupuesto con todas las necesidades del guión y las propias de sacar adelante la producción.
  • Plan de financiación (para buscar el dinero necesario)
  • Plan de distribución y de marketing (si este último paso no se lleva a cabo, el producto estará incompleto y no tendrá el recorrido que debe de todo producto profesional y que es uno de los fines, servir de escaparate).

Y por qué es importante este dossier, porque es la carta de presentación de tu producto para obtener el dinero, permisos etc… y sin ningún duda sirve para distinguir si es un proyecto profesional o no profesional, así que si tu objetivo es hacer un corto, esa puede ser una pauta a tener en cuenta. La otra es que se respeten tus derechos, es el primer paso para ser considerado profesional. El dar este paso es complicado y cuesta mucho, demasiado y más en la situación actual donde hay que rascar de todos los lados para alcanzar un sueldo. Por eso, por supuesto hay que intentarlo y el mundo del cortometraje y su distinción entre profesional y amateur puede ser el primer paso tanto por los profesionales que se están o han formado en el oficio como para los festivales. En el caso de este último, quizás no tengan que ponerlo en las bases sólo basta con que quede constancia en los objetivos del mismo. Pongamos un ejemplo burdo, si quieres hacer un festival de cuadros digamos de personas serán profesionales aquellos que se han formado y saben crear imágenes en el lienzo en tres dimensiones porque si yo me pongo a pintar os aseguro que sale un monigote.

 

 

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