Llegué a esta película por casualidad. Tenía muy claro que su acceso a las salas alicantinas era un imposible, a pesar de que últimamente se apuesta bastante por el cine nacional y algunas películas pequeñas de autor. Así que cuando me tuve que desplazar a Madrid, tenía claro que quería dedicar un rato de mi tiempo de ocio a ir al cine, así que viéndola en la cartelera de los cines Princesa mi decisión estuvo bastante clara. Mi elección fue verla por supuesto en versión original en catalán elecciones que deberían en mi opinión generalizarse mucho más es un gustazo ver películas españolas en los diferentes idiomas oficiales.
Las amigas de Ágata es una historia que surgió dentro del marco académico pues las directoras eran alumnas de la Universidad Pompeu Fabra con entre otros profesores se encuentran los cineastas Isaki Lacuesta y Elías León Siminiani que han participado en el proceso de edición. De un corto fin de curso se ha dado paso a un largometraje de 70 minutos que se ha estrenado en las salas. Un logro importante que esperamos no sean acontecimientos aislados sino que pudiese ser una apuesta a sacar adelante generando inercias con diferentes centros educativos o escuelas relacionados con el audiovisual y llamando la atención de historias desarrolladas por los futuros cineastas.
Las amigas de Ágata me parece una apuesta atrevida en cuanto a su temática, porque es una historia que llama la atención de un momento de cambio para las adolescente, el paso de niña a mujer, o lo que es lo mismo darse cuenta de que su entorno cercano, sus amigas de toda la vida, no tienen nada que ver con la personas que comienza a ser ahora. Y por qué me refiero a una apuesta atrevida, pues porque en principio no es una historia que pueda atraer al público joven, a pesar de que es una historia sobre gente joven y una realidad que creo por la que pasamos en algún momento todos. No es una película comercial, pero si es una película necesaria, y una apuesta muy interesante por diferentes razones. En primer lugar por dar la posibilidad a realizar un largometraje a recién graduadas en Comunicación Audiovisual. Una experiencia única que solo ha sucedido en otra ocasión y que es un regalo importante al que aspiran la mayoría de los que se lanzan a estudiar esta carrera universitaria o los que estudian en una escuela de cine en España. La segunda cuestión y muy en positivo es que el groso del equipo y la dirección estuviera conformado por mujeres. Parece que la tendencia masculina dentro del sector esta cambiando, y ya las jóvenes no tiene miedo a formar parte de este sector, dejando atrás por fin esa patriarcado marcado y que existió en el pasado. Una nueva concepción que favorece por un lado el cambio en el rol que habitualmente han tenido los personajes femeninos con pocos protagonismo y sujetas a las directrices de los personajes masculinos, por otro, y quizás no tan visible, la necesaria igualdad de género dentro de los diferentes departamentos dentro de la industria audiovisual.
Y así y gracias a un crowdfunding en Verkami se consiguieron los 2900€ necesarios para sacar adelante esta película y su rodaje en Barcelona y en la Costa Brava.
Es una película dónde he tenido la sensación de que todos los planos han sido escogidos a conciencia para establecer un fotograma visual perfecto y maravilloso. La cámara enmarca las situaciones, y en base a ello se desarrollan las diferentes acciones. Es un retrato muy parcial de la vida de Ágata dentro de sus últimas rutinas por la noche y la relación con sus amigas, no existe esta construcción del personaje a lo largo del relato visual, por lo que pasa a ser una película imperfecta que necesariamente se ve apoyada en la lectura previa de la sinopsis. El espectador no conecta ni genera una empatia con el personaje a pesar de que la trama que se supone nos va a contar nos puede resultar familiar, porque como ya hemos comentado el salto a la edad adulta genera en demasiados ocasiones esa ruptura con las relaciones anteriores, algo que en principio para muchos nos puede ser cercano.
Parece ser que la escena de la fiesta es clave dentro del desarrollo de la acción, pero como ya he comentado es demasiado sutil, y no muestra claros signos entre la ruptura de Ágata (Elena Martin) con la apertura de las nuevas amistades y sus amigas de siempre Carla Linares (Mar), Marta Cañas (Ari) y Victòria Serra (Carla). Y es que el rodaje se desarrollo sin un guión cerrado sino con la grabación de situaciones ya que dada la inexperiencia del equipo para configurar un guión se les dio más protagonismo al trabajo de las actrices para que se amoldaran al rol marcado por su papel y se sintieran cómodas improvisando para contar esta historia que buscaba retratar una experiencia real de sus directoras. El uso de este método de rodaje tiene a mi entender un problema, y es que después cuando se llega a la sala de montaje se escogen las escenas que se consideran más correctas pero se pierden esos detalles claves que se pueden mostrar cuando hay un guión cerrado, y dónde los diálogos de los diferentes personajes quedan compensados y desarrollados.
Algo que se hace de manera fantástica dentro de está película y que no tengo claro de si es de manera consciente o inconsciente es el mimetismo de las cuatro jóvenes, una realidad dónde sobre todo las mujeres jóvenes tienden a vestirse y peinarse de manera muy similar. En negativo, es que esa igualdad se hace muy confusa para determinar una clara personalidad de cada una de ellas dónde sólo es Ari es la que parece romper un poco el esquema. Otro problema es que al ser escenas grabadas como situaciones no se nombran correctamente a los personajes y en mi caso sólo tenía claro quien era Ari, pero no es hasta la clara discusión final dónde se ve a Ágata frente a las tres amigas. Con respecto a los personajes de Mar y Carla y siempre teniendo su foto delante, para tenerlo claro, sólo se muestra una chica sencilla, que tiene como principal máxima la amistad pero nada más. Con respecto a Carla, me parece que su personaje es el más invisible, a pesar de que su rol es el más claro al ser la única de las chicas que tiene una relación pero al no haber presencia a penas del sexo masculino pues se queda como una mera anécdota pues no cambia la rutina entre las cuatro chicas.
Por último, mencionar que si bien hay sonido diegético dentro de la película, el sonido extradiégetico, es decir la banda sonora externa que acompaña a un largometraje no existe. No sabemos si es una decisión tomada por la falta de recursos económicos que ha impedido su inclusión, pero he de decir en positivo que la escena final el sonido del ruido del viento, no malogra en absoluto la aparente ruptura de las chicas, sino que se convierte en un recurso fantástico el de la propia naturaleza. ¿Qué con música podría haber estado mejor? No lo sabemos, pero como ya hemos dicho, es un producto audiovisual muy decente teniendo en cuenta la inexperiencia del equipo y la falta de recursos. Como historia me parecía muy interesante aunque la forma del desarrollo de la trama se me hizo muy aburrida porque a pesar de que como he comentado los planos eran muy fotogénicos faltaba más acción.
La situación ahora mismo dentro de la producción de cine español está en un proceso de cambio y este tipo de historias son un soplo de aire fresco teniendo en cuanta de que con la nueva Ley del Cine se implantan dos opciones las grandes producciones con ayudas de hasta 30.000€ con acceso solo a las producciones con apoyo de Atremedia o Telecinco Cinema y el resto de producciones con ayudas de sólo 6.000.000€ para películas de un presupuesto máximo de hasta 1.300.000€. Fuera quedan producciones low cost de entre 150.000 y 500.000€ que también son películas pero que quedan bastante desprotegidas y que necesitan un cambio en su distribución fuera de las salas de exhibición.