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De chica en chica

De chica en chica es un largometraje dirigido por Sonia Sebastián. Una película donde la mujer es la protagonista de la historia en diferentes roles pero de manera absoluta. Un reparto de caras conocidas que tiene a Celia Freijeiro, Cristina Pons, Sandra Collantes como protagonistas y donde llama la atención la colaboración de Jane Badler, o lo que es lo mismo la villana de la serie de los ochenta V.

Una historia basada en una serie on-line que tuvo un gran éxito a nivel internacional y que para dar el salto al largometraje se ha ayudado del apoyo de distintos mecenas a través del crowdfunding sobre todo para lograr rodar en dos países diferentes. Un trabajo de varios años para lograr está interesante película donde la mujer toma las riendas tanto dentro como fuera de la película con los roles de los diferentes departamentos técnicos desarrollados por mujeres. Y, qué significa la incorporación de la mujer en los distintos departamentos técnicos fuera de los ya conocidos de maquillaje, peluquería o vestuario. Significa que las historias que salen de sus manos cambiarán los roles que se tiene de las mujeres, que ya no seremos meros floreros, nos acercaremos a la realidad donde la mujer no es un personaje secundario y pasaremos a ser protagonistas de historias que nos importan, de situaciones, de vidas reales y quizás más pronto que tarde se conseguirá esa normalidad e igualdad tan necesaria en un país como España donde permanece el patriarcado. Y es que podemos decir, que las últimas noticias no son nada alagüeñas y teniendo en cuenta de que nos encontramos en el Siglo de la Imagen, es muy importante que los profesionales se conciencien que lo que parecen en pantalla además de representar la realidad puede servir para cambiar muchas mentalidades.

Centrándonos en la película, lo primero que me llamo la atención fue el montaje de la película. Con un inicio demasiado brusco, el espectador necesita pensar demasiado como es la relación y la situación y en un principio si no conoces nada de la obra puedes perderte por los saltos entre el presente y el pasado, y el recurso del idioma que es fantástico pero que sin ninguna contextualización para el espectador llama mucho la atención, pues no se sabe muy bien el por qué de la elección de los personajes de hablar en otro idioma, hasta que sabemos que la protagonista se encuentra en Miami. Y así y un poco en el caos, conocemos a Inés (Celia Freijeiro), una mujer que no pierde un momento y se lanza a la conquista de toda mujer que le gusta y se cruza en su camino a pesar de que en ese momento mantiene una relación sentimental.  Ella va a ser el eje central de la película, pero junto a ella veremos después la vida de otras mujeres cada una de ellas con una personalidad muy marcada con una convivencia de familia que nada tiene que ver con lo que estamos acostumbrados.

Mientras nos encontramos en Miami, los personajes se comunican en inglés. El poder disfrutar de una situación en un idioma distinto del castellano, un soplo de aire fresco para todos los que estamos cansados del doblaje, que resta verosimilitud y en ningún momento conocemos la riqueza de la voz y la interpretación real de los personajes, sean americanos o franceses o chinos porque todos hablan igual o con un acento absurdo preconcebido que no tiene nada que ver con la realidad.

Así se desarrollan una serie de acciones donde hace aparición el absurdo como máximo exponente. Un baño, un color de labios, un entierro, la cárcel se convierten en los escenarios donde se va a producir un nuevo cambio en la vida de Inés que le llevará a dejar el país y regresar a España. Y es que en pocos tiempo vivimos como cambia por completo la vida de este personaje cuando se descubre ante su pareja, una responsable de la ley, su último rollo acontecido hace unos momentos en el baño y aparece Kristen (Jane Badner), que la reclama como si fuera una posesión.  La situación es correcta, pero no logra llegar al espectador para que reaccione, no se hace cómplice de lo que le sucede porque no le ha dado tiempo ha entender lo que sucede en la película, aunque si sucede poco a poco cuando la historia se sitúa en el tiempo presente y se juntan todos los personajes, algunos nuevos pero todos bajo el marco.

Conocemos el pasado de la protagonista, y su huida de España, de nuevo por su actitud y relación con sus parejas, su no compromiso y su atracción por una mujer heterosexual, Lola (Sandra Collantes) un punto de inflexión en la vida de Inés aunque por muy poco tiempo. Y así, y poco a poco, vamos conociendo mejor a los personajes,  sus interés y necesidades y como es su relación con Inés. Amigas, ex-parejas e incluso una hija en el cóctel se une además una madre, tres hombres, dos homosexuales, una transexual y una mujer embarazada.

La llegada de Inés a España y el regreso a su entorno pasado tiene lugar con la primera Fiesta de la Regla en honor a Candela, la hija de Verónica (Cristina Pons), ex-pareja de Inés a la que dejo el día de la boda. Una hija que no sabe muy bien como ha sido concebida, y que busca respuestas ese día y que junto con Inés como cómplice busca saber la verdad, no porque le interese tener un padre, sino por las opiniones que negativas que sufre en el colegio. Una película que trata muchos de los prejuicios existentes pero sin querer hacer un drama, sino buscar dar visibilidad al tema, sin emitir juicios en contra ni a favor, esperando que el espectador tome sus propias conclusiones.

Todos los personajes cumplen un rol importante en la historia. Un reparto donde sólo hay tres hombres, cuatro si tenemos en cuenta que Estefania de los Santos da vida a una transexual (Linda). Ismael Martín es Javier, el exnovio de Lola, casado y con una mujer embarazada, durante la fiesta cambiará completamente su vida y su creencia de ser padre. Después nos encontramos con Adrián Lastra que interpreta a Gustavo, el chico que acompaña a Lola como ‘novio oficial’ aunque sólo es un cliente de su empresa. Durante su presencia en la fiesta conocerá a Fran interpretado por Jaime Olias y entre ellos surgirá una atracción después de una serie de acciones divertidas, aunque demasiado previsibles y forzadas, que los convertirá en pareja. Son muchos personajes los que aparecen en esta comedia coral, pero destacaremos también a la mencionada Estefanía de los Santos aparecida en series y en películas como Carmina y Amén. Es una actriz, que sabe sacar adelante muy bien diferentes roles, y su voz ronca es muy apropiada para interpretar este personaje, que lo dota de realidad y sentimiento teniendo en cuenta las circunstancias que suelen rodear a los transexuales.

Destacar el papel de Eulalia Ramón que interpreta a la madre a una de las amigas de las protagonistas y que a pesar de ser de una generación diferente, acepta y se comporta con naturalidad cuando su hija le comunica que es lesbiana, algo que como madre ella ya sabía y nunca le había importado. Una llamada de atención sin duda hacia miles de hombres y mujeres que tienen miedo a salir del armario y sufren en sus casas la falta de comprensión o la actitud de sus familias.

Las acciones cómicas se suceden ya en el chalet, hay risas, amor, dolor, gritos, abrazos, sustos en un final donde todo queda en su sitio y el nacimiento de una vida lleva la paz de nuevo a la casa. Aunque parezca que la película va a tener un final feliz, no es así, es completamente abierto. Inés decide abandonar el lugar, y a la mujer que se supone amaba, vuelve a las andadas, aparece una nueva chica que le gusta, un tono de labios, una acción coqueta algo nuevo e inesperado.

Conoce más de la película en su web http://dechicaenchicalapelicula.com/

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